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jueves, 21 de noviembre de 2013

¿Y si el iceberg del Titanic se llamase Fallo Estructural?


   And, in 1912, the paperboy shouted: “Titanic collides against Structural Failure!!!!!!!”

   Como en inglés queda un poco a lo Monty Python, mejor uso el Castellano, Castellano de Castilla, y de Castilla la Vieja, metiendo alguna palabra desfasada para mejor comprensión de vuestras mercedes, a quienes dedicaré el cuasi final del mío relato.

   Es que de ideas desfasadas va esto, como aquella frase que, a la menor mal dada, decimos los gallegos: Eche o que hai!! Vamos, que las cosas pasan porque sí. Si una empresa va a la quiebra, es la crisis; si un barco se hunde, será por mala suerte, y si un tren descarrila pues mala suerte también. Menos “o pedreiro” que ese “móvecho o veciño”, todo pasa por la mala suerte. Es que siendo tan culpable la mala suerte, cualquier día se ve imputada. Estaría bien que la metiesen entre rejas y, semana tras semana , nos tocase el Euromillón.
   
   Los pensamientos científico o artístico (dos maneras de abordar lo mismo), hace siglos ya, nos dejaron claro que si no somos conformistas, podemos buscar y hallar respuestas. Curar enfermedades incurables y prevenir catástrofes, que no tenemos por qué sufrir por afición. Indagando se llega a tratar de explicar el funcionamiento de agujeros negros y nebulosas, a poner a un tío en la Luna, o a desplazarnos de un lado al otro del planeta en cuestión de horas. Precisamente los hermanos Wright hace más de cien años tardaron uno en construir su primer avión “más pesado que el aire”… pero en el siglo XXI se necesitaron 11 para determinar que la catástrofe del Prestige PROBABLEMENTE se debió a un FALLO ESTRUCTURAL, a una AVERÍA EXTRAORDINARIA… ¿Es estructural o extraordinario?? Porque si tiene fallo estructural lo más ordinario es que “casque” cada dos por tres. Y en cuanto hizo aparición la desalmada avería hubo que improvisar una solución que, sea acertada o no, repito, hubo que improvisar. Sin ningún tipo de protocolo para tal azaroso inconveniente. Cosa normal pues quién iba a pensar que en Galicia pudiese pasar esto, haberse visto en problemas un petrolero aquí, lo nunca visto. 11 años para NO DECIR NADA, para no saber nada. Para culpar títeres. Para volatilizar empresas y presuntos. Es lo que tiene este gobierno (o como sería otro made in Spain), y por ende la justicia, que nunca saben nada… y dicen que no se puede saber, de la misma forma que nuestros antepasados decían que tampoco se podía saber por qué llovía más allá de caprichos divinos. Creo que en el PP odian el Meteosat… ¿Se lo cargarán por impertinente?

   Y hablando de cosas desfasadas ¿qué opinan de la Constitución? Esa que nos da a los descontentos ciudadanos herramientas de protesta tan eficaces como MANIFESTACIONES o HUELGAS, lo no va más, la última tendencia de la moderna Revolución Soviética. Vas tan tranquilo y de repente te ves envuelto en banderas y pancartas de otros partidos políticos, portavoces que no te representan, y cantan himnos que no tienen sentido en un mundo tan diferente. Si nace un Nunca Máis o un 15M es cuestión de horas que se apunten a la fiesta los partidos rivales del gobierno, pervirtiéndolo, haciéndolas suyas, dando oportunidades para criticarlas, ¡¡¡Dejadnos en paz!!! Esa misma Constitución que se crearon a medida los salientes de la Dictadura (¿salientes?) con algún que otro rojo para disimular, y crear un bonito tinglado a gusto, blindados e impunes, con una previsión ejemplar, aquí sí, para que nadie se lo pudiese clausurar.

   Hablemos un segundo de economía porque, por aquí, solo se ven dos modelos ideológicos aunque cueste ponerles nombre: el voraz capitalismo neoclásico o el comunismo, parido por un tío brillante pero ya fuera de contexto. Véase contexto como siglo XXI. El PSOE es eso que nadie sabe qué defiende, andan por ahí y tal, de vez en cuando parece que quieren hablar… criaturas. Y mira que hay teorías económicas modernas, ya no ideologías, ¡ciencia! Unas que hablan de la economía del bien común, entre otras, todas que nos suenan a muy cool, la hostia en verso, pero claro, como no es blanco o negro nos cuesta entenderlo por estas latitudes. Estos economistas locos… ¡Científicos!.. Como es sabido por todos, la economía no es una ciencia, es ¡¡un color!! Unos se visten de rojo, otros de azul, pero los que saben algo del cotarro se manejan mejor en el verde.

   ¿Saben por qué funciona el dinero que tienen en la cartera? Porque es fiduciario, es decir, tiene valor porque la comunidad tiene fe en él. Si el dinero de su bolsillo dejase de tener la confianza de los usuarios, no valdría nada, es solo papel y tendría el valor del papel empleado. La política es igual. La población de un estado cede el poder a unas determinadas personas para que dirijan las actuaciones a seguir. Con la justicia ídem, los ciudadanos confían en unos profesionales para que determinen la legalidad o no de determinados hechos . TODO ESTE SISTEMA ACTUAL SE BASA EN LA CONFIANZA, incluyo, cómo no, los mercados y conceptos como la deuda de los países, prima de riesgo, etc, etc. Está tremendamente claro, por tanto, que la primera obligación de un político es mantener esa confianza porque de la otra manera el sistema estaría viciado y las cosas no podrían funcionar de forma correcta y, si por cualquier motivo, no existe esa premisa para con la mayoría de la población, (http://blogs.elpais.com/metroscopia/2013/01/cientificos-y-politicos-los-polos-extremos-de-la-confianza-ciudadana.html),  deben tener la responsabilidad de ABANDONAR todos y cada uno de los políticos de cualquier partido, imputados o no, inclusive los honestos. Abandonar su puesto PAGADO CON DINERO PÚBLICO. Hay tantos metidos en temas “turbios” que ya no hay quien distinga “buenos o malos”, todos cómplices. Dirán, erguidos, que la gente confió en ellos en las elecciones, esas donde la primera fuerza política fue la abstención, gran número de nulos, blancos, sin alternativas reales: (http://cdn.20minutos.es/img2/recortes/2011/05/23/20722-466-550.jpg) Digámosles, a ver qué pasa, que hagan un referéndum, esa palabra en latín prohibida por “moderna”, a la hoguera con ella.


   NO SOMOS TONTOS, EXIGIMOS:

-CUMPLAN LA PRIMERA OBLIGACIÓN DE TODO POLÍTICO: MANTENER LA CONFIANZA SOBRE EL SISTEMA. ABANDONEN TODOS Y CADA UNO, SEAN DEL PARTIDO QUE SEAN, EL PARLAMENTO Y EL SENADO COMO MUESTRA DE BUENA FE Y QUE ENTREN NUEVOS CARGOS LIMPIOS A LA IMAGEN PÚBLICA.

-EXIJAN A LOS QUE ENTRAN LA MODIFICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN Y, QUE ESTA VEZ POR FIN, SE HAGA A MEDIDA DE LAS 50 MILLONES DE ALMAS POR LAS QUE TENDRÁ QUE VELAR.

   
   Como nota de estilo: recomendaría que dejasen de llevar autobuses de señoras y señores a votar, con consignas apocalípticas del fin de las pensiones y otras. O, cuando menos después, nos dejen esos autobuses a los jóvenes, pagamos el peaje tranquilos, para ir saliendo del país. El país de los viejos que se creen seguros y de los nuevos en busca y captura. Que seguirá secándose al Sol de los alemanes. Con olor a ajo, naftalina y a rancio. Apuntalando el pasado y temiendo al futuro.


   Al final me dejo arrastrar por lo íntimo

   Algún día, na Galiza, o mar nos ía quitar todo o que nos dá, alén das viúvas dos mariñeiros e os días de chapapote, para afundirnos na incompencia de quen o medo nos mete; porque nos declaramos “inorantes” e nin Rosalía nin Pondal comporían inconformismo na nosa mente. Ben sabido é que nacimos para sufrir, como sofre o amante que, recreado na melancolía e o derrotismo, relaxou a carreira tratando de alcanza-lo tren, e perdeu a súa namorada entre rechouchío e avance de ferros vellos, namentres lle esvaraba a man da varanda de subida, e tornándose poeta, culpou ás meigas; esas zorras que perden o tempo só contigo. A única meiga es ti Galiza, que non sei por que te quero.

   Que non entendo por que non podo deixar de facelo. E sáeme, nun murmurio, un burleiro «eche o que hai». Vai ser que os galegos temos algo de poetas.

domingo, 3 de febrero de 2013

El traje a medida



   La política es eso, a fin de cuentas. Un paraje donde la opción es un espejismo y la protesta una lucha desmedida. Un maravilloso traje a medida. Pero algún día...

   Un hombre, vestido con una acartonada gabardina beis, entra en el pequeño y discreto taller de su sastre, en la zona vieja de esta ciudad de mierda, donde las casas guardan viejos soportales de madera carcomida. Parado delante del espejo, en el hall, se saca el sombrero y peina su desordenado pelo rizo. Comienza a andar. El sonido de sus pisadas es amortiguado por los retales esparcidos por el suelo, lisos, con rayas… pero todos negros. Deja su maletín de piel marrón sobre una mesa provista de alfileres y patrones. Mira un instante al sastre, desconfiado.  – Muéstrame el traje, espero que esta vez sea mejor que el anterior. El sastre, impasible, le enseña el traje sujetándolo con sus manos. El hombre frunce el ceño y mira desafiante. – Entiéndalo - dice el sastre - es todo lo que podemos hacer por aquí, ningún otro se lo hará mejor… El hombre le arranca el traje de las manos y lo tira al suelo, se acerca a él, le agarra la solapa del que lleva puesto y comienza a acariciarla con su dedo pulgar. Se intercambian las miradas. Tira de la tela y atrae contra su pecho el cuerpo ladeado del sastre. Este, sin poder sacarle la vista de los ojos, no se percata de cómo el otro brazo se desliza por su espalda y le coloca un revolver contra la sien, justo dos segundos antes de que sus sesos esparcidos salpiquen el único buen traje hecho en esta puta ciudad.

martes, 16 de octubre de 2012

A parede torta


(Texto íntegro do publicado no xornal El Progreso o 16 de outubro de 2012) por Manuel Gil Castro

   Fai un tempo, meu pai acertadamente decidiu prescindir dun rudimentario e aboiado cenador de tea, deses que venden nas grandes áreas comerciais, para construir un novo de ladrillo, pedra da china, madeira e tella pro tellado e fiestras de alumiño. Así que recordo ó meu tío segundo Milocho, que era albanel, atravesando a cancela de acceso á miña casa no seu scooter negro. De silueta alta e espigada, sempre viña co seu casco de bacinillo sen abrochar, da mesma maneira cada sábado dende que decidimos comeza-las obras. Traballaríamos nelas el, eu e meu pai cando o traballo llo permitise.

   Ó tratarse de enxeñería de vangarda (que chiringo pra come-la familia non o é) antes de acometer tal empresa houbo que librar o terreo onde ía ir asentado, polo que o ruinoso galiñeiro que alí moraba foi derrubado e feito nunha nova ubicación. O novo foi digno da arquitectura galega máis avanzada. De bloque e cemento, teito de uralita e rexas de cabre. Robusto e magnífico. A primeira noite na que se usou, o mesmo raposo, ou golpe como se coñece na zona, plantado cara el, gritou desolado “serán fillos de puta”.

   Antes de comeza-las obras estivemos falando do bo que sería que non nos chovera. Bastante tiña o home con un “pinche” (como el me chamaba) inexperto e de maneiras pouco ortodoxas. Ó pouco tempo, el contemplaba dende o alto do campo onde se ía situar o galiñeiro como eu me retorcía coa carretilla chea de masa, retrocedendo para pillar carreira e outras maniobras inverosímiles, intentando subir polo camiño enlamado mentras derrapaban as botas de goma. El, neses momentos, facía un descanso, pillaba unha cervexa e parábase a mirar o espectáculo, cun sorriso innegociábel na cara mentras a choiva lla empapaba.

   Para o “chiringo” tivemos máis sorte co tempo. Unha vez quixo que eu puxese un cacho de parede, fou pouca distancia, porque en canto lle veu as trazas, ocupou o meu lugar semella que ríndose do destino que lle esperaba á mesma se seguía a miña man mestra, reemprazándome cun guiño, tamén na boca, mentres parecía disfrutar desas nimiedades cotiáns e deliciosas. E entre risas e cervexas, fixemos un bo traballo.

   Pero de repende a choiva foi máis escura. E máis rastreira, e máis cobarde. E non foi choiva. E correu polas súas vísceras, coida que silenciosa, traicioeira, e fixo poza na que todo podre, o roxo ponse ocre e a man terma queda, soterrada no pozo do para sempre.

   Isto é o primeiro que me sae de dentro.  A primeira emoción. Subíndoa paulatinamente de ton, mesmo parece que pra pedir responsables nas cavidades internas. ¡Sae de ahí e dá a cara! Despois da curta alegría de creer velo curado, coletazo burlón do verme, caiches e caimos, non veu a conto.  Elevando a queixa nunha espiral de personificar o que non é home. Querendo ser eu o home, retador, pero sendo o neno. Porque todo iso nos ensinaches, por se non queda claro:

   Botar unha man cando compre. Un sorriso cando sexa necesario. Sen soberbia. Clavado, erguido e alto. Unha serenidade amable labrada da vida, non foi doada a túa, pero avanzaches ata o fin. Un nivel de madurez que no teu caso semellou natural, orgánico. Recordándote cada vez que falte, non o teu corpo, senón o que aportabas. Teño uns cantos na familia desa casta, por eso estou tan orgurlloso deles. Meu tío Estebín, nobre e bo, como hai poucos. Meu avó, forte, correoso. Unha persoa das que impacta, xenio e nervio nun corpo cheo de carisma, o tempo movíase ó seu compás, non había huevos carallo. Non me quero olvidar dos demais, que son moitos e bos. Admírovos.

   Por iso tamén isto é por todos esas persoas que afrontan esta enfermidade con esa mesma serenidade amable e melancólica. Eu sería máis vulgar.

   Pero non vou caer na rabia máis pequena. Vou seguir o teu exemplo, moito máis importante que calquera palabra fora de ton que poda escribir. Vou facelo á túa maneira, é a túa lección abríndose pra perdurar. Xa o era na penúltima sesión de radio á que te levei en coche. Non se me ocorre mellor forma de honrarte que nombrarte á túa maneira.

   Nada bo merece ser recordado con rabia. Se cadra nada. Nin o son ó quebrarse do primer corazón roto, nin ela dende o andar da estación, a xente, que vai e vén, a desilusión, que te fai forte; nin o mar, nin os paxaros espoliando a maceira; nin o fungar, que escoitas mentres almorzas, do pequeño ciclomotor negro atravesando a  cancela e da choiva que comeza a caer.





Á memoria de Emilio Rodríguez Castro (Milocho)

jueves, 1 de diciembre de 2011

en busca de la inspiración...

disposición 1ª:

Descansó un minuto apoyándose en uno de los abedules de plata… Llevaba la palabra soltera, aquella que no encuentra abrazo cercano, que espera con la calma nerviosa, hecha, fundirse en la boca del que le conteste me gustas; reproduciéndose entre los labios. No quería ver lo obvio tan pronto, cargaba en su mochila el deber otorgado y romántico de tener que caer en la cuenta como el poeta, bajo la lluvia de susurros y la luna de cereza.

domingo, 29 de mayo de 2011

El camino de los cangrejos daltónicos


   Sinceramente, hay veces que me gustaría ser historiador, no por las perspectivas profesionales de la formación en cuestión, si no por leer un gran número de noticias y quedarme seco a reír. No es que el hombre sea el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, es que si se la pintan en verde pradera lo hará una tercera vez, malva azulado una cuarta y si a la quinta no hay piedra tomará tanta confianza en su carrera que se dejará los dientes contra una cantera de granito. Con esto quiero decir que sucesos del pasado se reproducen en su estructura o base de manera casi cotidiana. Viajemos un poco:
   La tierra seca quiebra la piel entre los dedos de Rodrigo, campesino en algún lugar de lo que hoy es la España contemporánea. Esta mañana no muestra su maestría habitual con el trillo y el arado, se queda quieto y mira hacia el sol encapotado como distraído. Ayer tuvo noticias de lo ocurrido en Francia en una conversación de taberna con los vecinos. El hijo de alguien traía noticias subido en el carro de un comerciante local. El pueblo francés se había alzado contra el poder establecido. Mientras se ataba el cordón de la cintura no podía quitarse de la cabeza si eso podría ser posible aquí. Una revolución española.
   Lo fue, pero no exactamente a la manera francesa, de abajo a arriba. La nobleza y realeza vieron lo ocurrido en el país vecino y escuchaban un runrún en el pueblo y una rebelión preparándose (pongámosle un nombre al azar, no sé: 15m). Rápidamente se dieron cuenta de que era imparable y decidieron ceder en pretensiones para salvar el pellejo, se hizo una revolución francesa a la inversa, de arriba (poderosos) hacia abajo (campesinos)… Y tan sobrados fueron que se permitieron no solo salvar el pellejo, si no conservar mucho de su poder y privilegios. Ventajas de hacerte el mueble a medida. Si el runrún conocido como 15m hubiese sido mucho más violento (que lo fue en varios casos) tendrían que haber cedido mucho más. Y hablo de sangre. Muy poca se derramó para los tiempos que eran, muchísima para hoy en día. Se adecuaron las medidas a la magnitud de la rebelión para desinflarla y mitigar daños. A nivel del pueblo llano, aún así, se ganó mucho, aunque se tardase bastante más en disfrutarlo. Así que si unos tíos armados con guadañas y antorchas dispuestos a todo quisieron cambiar las cosas pidiendo a los que se benefician que las cambien, y medio consiguieron su propósito a lo largo de siglos (que bonita la boda de Felipe y Leticia), imagínense a otros dispuestos a la locura suicida de hacer acampadas en plazas de distintas ciudades exigiendo a la inmunizada (a base de vacunas a su medida, conocidas como leyes) clase política que por favor, que cambien el tinglado que este tiene goteras, lo difícil que puede ser conseguir nada tangible... Afortunadamente hoy en día, en la era del marketing, la repercusión de todo esto es mayor, así que un aplauso para la mayoría de ellos.
   Veamos ahora. El daltonismo consiste en no ver más de ciertos colores o confundir varios de ellos. El daltónico, de una u otra manera, discrimina colores y ve el mundo bajo lentes más opacas. Los partidos políticos están llenos de ellos. Y un anormal que suelta burradas desde una lente o enfoque se convierte por extensión en portavoz de dichos ideales  (somos así de iluminados) al que anormales de otros bandos cacarean con vena hinchada en la frente mediante, en modo bravucón,  que de hijo puta no baja en el ranking, pero no solo él, sino todos los que se acercan al color, que no ideales, del portavoz en funciones. Colores como en el fútbol, hoy noticia. Como si fuese lo mismo. Cuatro catalanes dicen que giliflautas los del Madrid, que son todos una panda de fachas; y queda institucionalizado como versión de miles de barcelonistas. A lo que atacarán cinco madridistas a bilis limpia para ofender a seis nuevos catalanes... Al final, efecto bola de nieve, y tenemos mantas monocolores para abrigarnos, calentitos, con el grupito más afín. Lentillas que disfrazan o enmascaran realidades. Fachas de ultraderecha unos, independentistas judeo-masónicos otros… un certamen mundial de inteligencia policromática.
   La consecuencias del 15m real se vieron en las votaciones; se veía venir, si te manifiestas porque ves que no hay mucha opción de cambio es que la opción de cambio existente no es que te entusiasme demasiado… vamos, el azul que te lo dejen para el mar. Y no tiene nada de malo, porque tampoco estás bajo efectos del color que te resultaría más afín y quieres ver verdes y amarillos o incluso otros azules. Pero los que eran seguidores de un “equipo” que representaría un cambio, en su mayoría, apoyarían ese cambio. En cifras: El PP ganando un puñadito no muy grande de votos con respecto a las anteriores elecciones y el PSOE perdiendo huevo y medio. Ganándose votos en blanco y nulos a cuenta de un color pero no demasiados de otro (que también, ojo). El 11m impulsó, con la normativa electoral existente en este país, en gran medida la otra opción del bipartidismo, la que para ellos no existía, y aún así puede ser un movimiento tan bueno que vale la pena esta contradicción. Pero ya se sabe, se tacharán de perrosflautas, antisistemas, anarquistas, porque coño… sinceramente hay muchos por el medio en las concentraciones, así que ya se sabe, a generalizar que es deporte olímpico (lo malo será que vayan siendo mayoría y se impongan porque caradura los hay en cualquier tinglado). Cuando dos gilipollas que les importa más bien poco se hinchen a tirar piedras, quemar contenedores y saquear un par de comercios, pena de muerte para el movimiento. Como cuando el Barça gana un título y unos retrasados aprovechan la multitud para montarla, pues no va a ser eso, mucho más lógico es llamar a todos los catalanes animales, rupturistas, separatistas y talibanes.
   Pedir cambios para que los ejecuten los de arriba es como la “revolución francesa” que tuvo lugar en España. Lo harán a su medida. Tienen impunidad hasta para clavarnos el euro y ganar más, moneda única dicen… El día que nos enteremos de todo lo que hicieron, o una parte, arde Troya se queda pequeña. O no, ya estamos hipnotizados bajo sus ideas de mercado. Escribo esto en un Mac, tan blanquito él.
   La mejora colectiva tiene que surgir de la individualidad, porque sino siempre estaremos “portavoceados” (perdón por la palabra) y obligados a medio comulgar con sus dictados para no separarnos hacia otras ideas que no soportamos.
*****Egoístamente, hablaré un poco de mi, veo cuantísimos colores y me gustan tanto que decidí no meterlos en la política, y mira tú, si fue un acierto.  Porque es un terreno totalmente acromado, quizás solo tenga lugar el gris, pobre color, que maltratado. Puedes ver un partido de derechas defendiendo las bondades de las pensiones públicas y a uno de izquierdas rescatando a bancos en apuros (vaya si lo estaban, por un momento pensaron que no podrían repartir dividendos). No creo en la política, es lenta y daltónica. Creo en la ciencia. Pero la ciencia económica también es daltónica, porque para hacer cualquier cosa tienes que disponer de recursos y ¿quién los distribuye?. Exacto.
   Curiosamente suena de fondo Black swan, una de mis canciones favoritas, mientras levanto la cabeza para mirar a través de un roto en la cortina que la típica tormenta que trae el calor (buena metáfora inintencionada) empieza a remitir.
   Separo así la vista un segundo del ordenador donde leo, desde hace algún día, opiniones en las redes sociales de muchísima gente indignada con lo sucedido en las elecciones, grupos creados como “Planes Migratorios para cuando gane el PP” las generales. En este momento el vocalista me hace una sugerencia al melancólico ritmo de: “hazte un favor a ti mismo y empaca tus cosas, compra un billete y métete en un tren.” Quizá sea lo que deseo. Quizá.
   Lo que deseo incendiariamente es que se pudran los daltónicos convencidos, y los daltónicos interesados, que gritan orgasmos verdes; y los cangrejos daltónicos que avanzan lentamente mirando para atrás, sin ver el camino, repitiendo lo que ven, el pasado desde su bóveda de un color . Vaya si lo deseo.  Que se pudran. Y lo desearé sin temblar hasta que mi cuerpo también se pudra al caer, al fin, muerto. Y se empaque en una horrible caja de madera guardada bajo tierra. Pudriéndose igualmente, mientras siento el suave traqueteo del tren que me lleva lejos. Mirando desde mi asiento hacia atrás, arcoíris en ruinas, riéndome de nuevo; ligero como una pluma.

lunes, 2 de mayo de 2011

La justicia de llamarlo venganza


Según ha informado Barack Obama  a las 5:30 (hora española), ha sido abatido a tiros Osama Bin Laden en la localidad de Abottabad (Pakistán), y su cuerpo enterrado en el mar según una costumbre musulmana. Otra costumbre más  occidental consiste en  anticipar tales noticias por los periódicos y televisiones de turno (contactos políticos, no, no). No hablaré de la vida de Bin Laden aquí, Internet está rebosante de biografías del líder de Al Qaeda. Me parece muy interesante, por otra parte, y uno da los personajes más mencionados de la historia reciente. Uno de los que la condicionaron, la marcaron, la cambiaron.
Era un peligro, una común mezcla de fanatismo religioso-cultural alimentado a queroseno por la situación de las maniobras en su región del capitalismo de escopetas. El que crea armas mortíferas que ceban bestialmente el PIB norteamericano y vende otras menos mortíferas a sus amigos/enemigos según cotizaciones del Financial Times. El que busca intereses estratégicos y da o quita poderes a dictadores. Muchos culpables en todos los bandos y muchísimos más atrapados sin beberlo ni comerlo, los pastores de Cha-e-Chahan y muchas de las almas del World Trade Center y demás actos terroristas en todo el mundo. Conocemos los cientos de casos de inocentes aquí en Madrid. El estudiante que iba a su facultad, etc. Pero como se persigue la justicia, siempre se buscó que pagasen los culpables, por supuesto (me acaba de saltar el clip del Word con los ojos abiertos abiertos diciéndome que muy buena esa).
Barack Obama, ese Nobel de la paz por ser presidente negro (cuando menos será mil veces mejor que el pistolero texano), retumbó a la sala de conferencias, con su voz segura y dispuesta. Dijo que se había hecho justicia.
La justicia debe estar aprovisionada de un concepto, el de equidad. Sobre todo y a ante todo, y nunca se le debe despojar del mismo. Porque entonces la justicia no solo pisa la frontera de lo subjetivo, puede terminar danzando a su antojo en él. Irak, Afganistán (¿sigo?). La desproporción de la “justicia” contra los infames actos del 11S (y de los atentados de las embajadas y los del metro de Londres y del 11M…). 
El corazón es la metáfora de los sentimientos. Es curioso que se hallen en la caja torácica y no en la cabeza. Pasa que sobre todo cuanto más intensos, más nos nublan la mente, por eso alguien muy sabio los bajó al pecho. El 11S fue un puñetazo en la boca del estómago y del orgullo. Había que limpiar, mucho que barrer. Si se había hecho por petróleo, por frenar comunismos… ¿cómo no por la divina lucha contra el mal?
Quiero pensar que se abatió  a Bin Laden ante la imposibilidad de detenerlo, no les fue posible y tuvieron que apretar el gatillo. Lo justo es que se pague por los actos como medio de control. De evitar barbaries por cometer, no borrar las pasadas; la historia real es imborrable, la que nos cuentan y quedará y será real en el futuro la modelan casi a su antojo día a día. Cuando para buscar que alguien cumpla justicia pisoteas injustamente a muchos otros, no es justicia. La justicia dice que debes ser justo con los responsables y no involucrar a terceros. No se anuncia en los letreros electrónicos de Times Square al grito de ¡USA USA!. La equidad nos habla de los casi 4000 civiles muertos de Estados Unidos a causa del terrorismo. Y nos cuenta la diferencia de cifras de otros países en los que el aire se cuela entre las ruinas con cientos de miles de inocentes muertos, heridos y/o sin hogar (que tienen el mismo valor occidental, el absoluto) víctimas de la búsqueda de la "justicia".
La equidad nos muestra que lo que de verdad es justo, es llamarlo venganza.





(también existe la posibilidad de que cualquier parecido con la realidad sea pura coincidencia, una Alicia en el país de los hidrocarburos)